El poder transformador de la IA en las inversiones financieras

Por Walter Andriani, VP Financial Services, Capgemini North LATAM 

 

Walter Andriani, VP Financial Services, Capgemini North LATAM 
Walter Andriani, VP Financial Services en Capgemini North LATAM 

 

La inteligencia artificial (IA) ha tomado gran protagonismo en nuestro mundo digital, convirtiéndose en una herramienta esencial para todo tipo de industrias. 

 

En el ámbito de las inversiones financieras, dicha innovación ha transformado la manera de tomar decisiones, gestionar riesgos y optimizar las carteras. Adoptar estas tecnologías avanzadas no solo está revolucionando el proceso de inversión, sino también estableciendo un nuevo estándar para la gestión inteligente y efectiva del capital a nivel global. 

 

Uno de los beneficios más significativos y visibles que ofrece la IA es la capacidad para mejorar el rendimiento de las carteras a través de algoritmos. Esta ventaja brinda la posibilidad de analizar grandes volúmenes de datos en tiempo real e identificar patrones y tendencias que podrían pasar inadvertidos para los analistas y sus capacidades humanas. Ahora, con la integración de herramientas digitales con procesamiento avanzado, los inversionistas pueden tomar decisiones informadas y efectivas.

 

Según el World Wealth Report 2024 del Instituto de Investigación Capgemini, la riqueza mundial de los individuos de alto patrimonio neto (HNWI, por sus siglas en inglés) incrementó un 4.7% en 2023, esto debido a las perspectivas bursátiles positivas y la incorporación de tecnología como la IA en sus carteras, que ha demostrado superar la efectividad de las carteras gestionadas de manera tradicional. Esto sólo es una muestras más recientes de cómo los inversionistas que adoptan nuevas tecnologías pueden obtener grandes ventajas competitivas. 

La gestión de riesgos es un aspecto crítico en el proceso de cualquier inversión, y aquí es donde la IA muestra su verdadero poder transformador frente al tema. Los modelos de inteligencia artificial pueden evaluar riesgos y considerar múltiples variables con alta precisión y seguridad, considerando una amplia gama de factores que pueden afectar a los mercados financieros. 

 

Mediante el análisis de datos históricos y la identificación de señales de alerta temprana, la incorporación tecnológica puede predecir eventos adversos y sugerir ajustes en las carteras antes de que ocurran pérdidas significativas o simplemente para aprovechar oportunidades únicas que generen ganancias. De igual manera, el informe de Capgemini destaca cómo la IA permite analizar datos y detectar patrones difíciles de reconocer para los humanos, lo que facilita a los gestores de inversión evaluar cómo reaccionan los clientes a las fluctuaciones del mercado y tomar medidas proactivas para un mejor asesoramiento. En pocas palabras, la incorporación tecnológica es un ganar-ganar para todos, sin importar el tamaño del patrimonio. 

 

Tomando en cuenta lo anterior, no es de sorprender que las empresas más estratégicas están pasando de ser ricas en datos a centrarse en los datos, combinando data de comportamiento con IA para obtener análisis más sólidos y servicios personalizados. Ahora las organizaciones son conscientes de que si no anticipan o perciben rápidamente el comportamiento del cliente con nuevas estrategias tecnológicas corren el riesgo de una comunicación genérica; entre más rápido puedan incorporar soluciones con IA, por ejemplo, mejor será su acercamiento a las inversiones financieras del futuro.

Esto es importante, ya que hoy en día la capacidad de la IA para personalizar y adaptar las estrategias de inversión a las necesidades específicas de cada inversionista es otra de sus grandes ventajas. Los algoritmos de IA pueden analizar el comportamiento, las preferencias y los objetivos financieros de los inversionistas, ofreciendo recomendaciones personalizadas que se alinean con sus perfiles de riesgo y metas a largo plazo, es decir, la tecnología brinda una mejor sinergia para las necesidades de cada persona. 

 

Esta personalización va más allá de la mera asignación de activos, permitiendo a los inversionistas ajustar sus estrategias en función de sus cambios personales y del entorno económico. También, la IA puede aprender y evolucionar con el tiempo, mejorando continuamente sus recomendaciones a medida que recopila más datos y experiencias. Capgemini subraya que más del 65% de los HNWI son influenciados por sesgos en su toma de decisiones, y el 79% busca orientación para manejar estos prejuicios financieros que pueden llegar a perjudicar sus decisiones patrimoniales. Por ello, la financiación basada en el comportamiento y potenciada por la IA es beneficiosa en todo el ciclo de vida del cliente, desde la captación hasta la fidelización.

 

Sin duda, la inteligencia artificial está redefiniendo el futuro de la banca de inversión, proporcionando herramientas avanzadas para gestionar el capital de manera inteligente y efectiva, mejorando el rendimiento de las carteras, reduciendo riesgos y ofreciendo una gestión personalizada.

 

Quienes adopten estas tecnologías estarán mejor preparados para enfrentar los desafíos del mercado y aprovechar las oportunidades emergentes dentro de un entorno financiero y un mundo digital en constante evolución. La IA no solo es una ventaja competitiva, sino una necesidad para aquellos que buscan cuidar y hacer crecer su patrimonio. 

 

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