El problema de la adopción en la Inteligencia Artificial
El problema de la adopción en la Inteligencia Artificial
Pablo A. Ruz Salmones , CEO, X eleva Group
Hoy, todos hablan de Inteligencia Artificial (IA), pero pocos entienden realmente de qué se trata y aún menos quienes saben cómo transformar una empresa con ella.
El mercado se satura de productos y servicios que, de la noche a la mañana, afirman integrar IA. Sin embargo, al indagar un poco, la mayoría de los vendedores o consultores no pueden explicar cómo funciona esta tecnología en sus soluciones, ni mucho menos reconocer sus características o sesgos inherentes.
Todo este discurso me recuerda a una vez, cuando era niño, que mis papás iban a cambiar de automóvil, y en una de las agencias, mi papá le preguntó al vendedor si la camioneta en cuestión utilizaba piñón y cremallera, ante lo cual el vendedor respondió afirmativamente, sin tener la más pálida idea de lo que mi papá le estaba preguntando, como era evidente por su tono de voz. Hoy sucede lo mismo con la IA: muchas personas venden "IA" —o lo que asumen que es IA— sin comprenderla en absoluto.
El problema de la adopción
No obstante, así como aquel vendedor de autos nunca se había enfrentado a una pregunta como la de mi papá, pocos clientes tienen el conocimiento para cuestionar los discursos de venta alrededor de la IA. Pero quienes llevamos años en este campo sabemos que existe un grave problema en su adopción real.
Esto se refleja no solo en empresas estadounidenses que despidieron y recontrataron empleados en semanas, sino en una pregunta clave: ¿cómo se ve una empresa verdaderamente transformada por IA? Casi nadie puede responderla, porque casi nadie la ha visto, a pesar de los años de promesas sobre la revolución que traería esta tecnología.
Este problema de adopción es palpable, aunque algo difuso, precisamente por la falta de conocimiento alrededor de la disciplina. Este problema tiene tres vertientes principales:
- La IA se ha convertido en un término “comodín”: He visto empresas que llaman "IA" a hojas de Excel con regresiones básicas, o que afirman estar "transformándose" porque sus equipos usan ChatGPT ocasionalmente.
- El desconocimiento genera falsas certezas: Cuando los medios preguntan a ejecutivos si usan IA, muchos responden "sí" con la misma seguridad infundada del vendedor de autos.
- La falta de conocimiento conceptual y un enfoque a “herramientas”: La IA bien implementada es sin duda capaz de revolucionar industrias, pero en muchas organizaciones suele limitarse a resúmenes, reportes o ensayos automatizados. Esto me recuerda a lo que dice Ultron en “Avengers: Age of Ultron” sobre el vibranio: "La sustancia más versátil del planeta, y la usan para hacer un frisbee. Típico de los humanos: raspan la superficie y nunca profundizan".
No es "plug and play"
Transformar una empresa con IA exige conocimientos conceptuales más profundos de lo que el discurso predominante - y la experiencia con algunas herramientas - sugiere. La IA disruptiva no es —ni será pronto— una solución lista para usar. Su verdadero potencial radica en alterar procesos empresariales y forzar nuevas formas de trabajo. Cualquiera que haya vivido una transformación digital sabe lo complejo que es modificar procesos.
Además, muchas empresas carecen de datos consistentes, completos y limpios, lo que dificulta aún más la integración efectiva de estos sistemas.
¿Vale la pena el esfuerzo?
Mi respuesta es un sí rotundo —de lo contrario, no me dedicaría a esto—. Pero debemos aceptar que la transformación con IA será más lenta y ardua de lo esperado.
He tenido el privilegio de guiar a organizaciones en esta integración, y las que lo logran son irreconocibles frente a su punto de partida. Sin embargo, el camino no es sencillo: exige pensamiento estratégico, trabajo meticuloso y, sobre todo, paciencia.
La IA no es una varita mágica. Es una herramienta poderosa, pero su impacto real depende de cuán dispuestos estemos a profundizar.




