Coherencia y consistencia, factores decisivos del marketing en 2026

Coherencia y consistencia, factores decisivos del marketing en 2026
Por Héctor M. Meza Curiel, director general de InfoSol
De cara a 2026, el marketing entra en una nueva etapa: la de la eficiencia radical. Más que tener buenas ideas o campañas llamativas, el reto será demostrar, de forma tangible, el valor de cada peso invertido.
Según Forrester, aunque la mayoría de los responsables de marketing B2B espera aumentos presupuestales el próximo año, estos serán modestos: 44% prevé un alza de apenas entre 1% y 4%, y solo un 6% confía en lograr más del 10%. Es decir, el reto no será gastar más, sino hacerlo mejor.
Y no es poca cosa. Con la inflación aún presente, la tecnología evolucionando a toda velocidad y mercados cada vez más impredecibles, los líderes de marketing enfrentan una realidad que exige precisión quirúrgica. Ya quedaron atrás los tiempos en que se podía experimentar sin medir el retorno; hoy, cada acción debe sumar valor real al negocio y a sus clientes.
La coherencia es hoy la inversión más inteligente en marketing
En este escenario de recursos limitados, la coherencia y consistencia entre iniciativas serán tan esenciales como la calidad de cada ejecución individual. Tradicionalmente, las campañas creativas, los contenidos digitales y las activaciones se planificaban y ejecutaban por separado, pero hoy esa fragmentación puede restar efectividad.
Una visión fragmentada en la asignación de presupuestos puede conducir a canales que operan de manera aislada, esfuerzos que no se potencian entre sí y mensajes que se diluyen en lugar de reforzarse. Y esto resulta en una pérdida valiosa de oportunidades para articular una narrativa consistente, capaz de conectar todos los puntos de contacto con la marca.
Ante este panorama, conviene entender que la comunicación no puede concebirse como esfuerzos aislados. Más allá de destinar un presupuesto puntual a un lanzamiento o a la difusión de un evento, lo que marca la diferencia es adoptar un enfoque capaz de articular todas las acciones bajo una misma narrativa.
El hilo conductor del marketing moderno se llama relaciones públicas
En medio de esta búsqueda por coherencia y eficiencia, las relaciones públicas tienen el potencial de convertirse en el punto de conexión entre todas las iniciativas de marketing. Si bien durante años, las RP se asociaron principalmente con generar visibilidad o gestionar reputación, hoy su papel es mucho más estratégico, ya que funcionan como un hilo conductor que da sentido, coherencia y continuidad a todo el plan de marketing.
Dentro de una estrategia integral de marketing, las relaciones públicas pueden compararse con un director de orquesta cuya función es coordinar todos los elementos para que el mensaje de la marca se mantenga coherente y consistente en cada punto de contacto.
Cuando las RP se colocan en el centro de la estrategia, cada iniciativa o táctica deja de ser un esfuerzo aislado y se convierte en parte de una historia mayor. Además, los recursos se optimizan, ya que los mensajes no se duplican ni se dispersan, sino que se refuerzan mutuamente.
Cada acción de marketing —desde campañas publicitarias y contenidos digitales hasta eventos, o activaciones— se beneficia de este enfoque. Al integrarse en una narrativa uniforme, se asegura que cada esfuerzo no solo tenga un impacto individual, sino que también sume al mensaje global de la marca, generando una percepción consistente y fortaleciendo la confianza del público.
Si en 2025 el desafío para las marcas era ganar credibilidad en un entorno fragmentado y digitalizado, en 2026 el reto se intensifica, pues ahora deben convencer tanto a las audiencias como a los “algoritmos” de que son la opción correcta.
Hoy la pregunta ya no es cuánto invertir en relaciones públicas, sino cómo integrarlas para que coordinen y potencien todo el plan de marketing.
Quienes logren hacerlo construirán marcas más claras, consistentes y confiables. Y en un entorno donde cada peso cuenta, eso es, literalmente, oro puro.