En un entorno frágil, ansioso, no lineal e incomprensible (BANI por sus siglas en inglés) donde los consumidores cambian más rápido que las estrategias de negocio, las marcas que logran diferenciarse y trascender ya no son solo las que lanzan más productos o invierten más en publicidad, sino las que escuchan activamente y mantienen un diálogo bidireccional con sus consumidores, interpretan con inteligencia y actúan con agilidad.