El Buen Fin 2025: una prueba de fuego para la eficiencia publicitaria
El Buen Fin ha dejado de ser simplemente una fecha de descuentos para convertirse en una plataforma de innovación para los anunciantes. En México, muchas marcas aprovechan el evento para multiplicar sus inversiones digitales y consolidar su posicionamiento de marca. Eso demanda una aproximación más sofisticada que “subir el presupuesto”: exige una conexión inteligente entre datos, tecnología y creatividad.
Durante este periodo, las compañías no solo buscan captar compradores espontáneos, sino captar aquellos que ya están en una fase de decisión, reforzar audiencias previamente expuestas y fortalecer su presencia de marca en entornos saturados. Las decisiones impulsivas del consumidor se toman sobre estímulos relevantes: ofertas, creatividad diferenciada, canales consistentes y una ejecución impecable en momentos de alta demanda.
Evitar picos abruptos: una escalada planificada
Uno de los errores más comunes al diseñar una campaña para El Buen Fin es concentrar todo el presupuesto en los días centrales del evento. Tal enfoque puede provocar costos inflados por la elevada competencia y una sobreexposición que agota el efecto de las audiencias.
En cambio, una estrategia más eficaz consiste en ir incrementando de forma gradual la inversión semanas antes —generando visibilidad, alimentando audiencias y acumulando datos— para que, al llegar el día clave, se aproveche una base de usuarios ya preparada.
Este tipo de escalamiento gradual permite optimizar pujas, segmentaciones y creatividades sobre datos reales, en lugar de apostar todo en una etapa final sin piso. Además, maximiza el retorno de inversión al evitar subastas excesivamente caras durante los picos.
Omnicanalidad: el puente entre lo digital y lo físico
La evolución del consumidor mexicano ha hecho que la experiencia híbrida (mix entre lo físico y digital) ya no sea una ventaja competitiva, sino una expectativa mínima. En 2024, casi la mitad de los compradores mencionaron que la fluidez entre canales fue determinante en sus decisiones.
Por eso, las estrategias que mejor funcionan integran puntos de contacto como:
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Retail media en marketplaces y cadenas comerciales, para capturar intención de compra en el entorno del canal de venta.
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Publicidad programática, para extender alcance incremental y reforzar mensajes en sitios de contenido, aplicaciones o segmentos específicos.
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Canales propios como email, CRM, notificaciones push o redes sociales para cerrar el ciclo con audiencias que ya mostraron interés.
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Medios que complementan, como CTV o contenidos digitales de formato extendido, en donde el control de frecuencia y creatividad focalizada es clave.
Una estrategia equilibrada entre retail media y programmatic es una combinatoria poderosa: el primero capta intención en el punto de compra, el segundo extiende el mensaje a su ecosistema de navegantes.
Medición avanzada: del clic al impacto real
Más allá de los indicadores estándar (clics, impresiones, CTR, CPA), las campañas de El Buen Fin requieren métricas que midan su rol competitivo e incremental. Algunas claves para elevar la sofisticación de los reportes:
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Share of Voice (SOV): qué tanto ruido hace tu marca frente al mercado antes y durante la temporada.
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Share of Cart / Share of Market: qué porcentaje del “carrito total” o del gasto total de la categoría capturaste frente a tus competidores.
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Incrementalidad real: campañas de control vs test (o lift studies) que permiten medir cuánta venta adicional fue atribuible al esfuerzo publicitario y cuánta ya fluía orgánicamente.
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Atribución multitoque contextualizada, que reconozca que los caminos de compra en El Buen Fin son cortos, intensos y con múltiples rastros cruzados.
Estas visiones permiten que los directores de área expliquen con claridad frente al CEO qué tan competitivos fueron sus esfuerzos más allá del volumen bruto.
Nuevo liderazgo y enfoque: rumbo a crecimiento sostenible
Con el nombramiento de Augusto García como nuevo CEO global de Groovinads, la empresa tecnológica de publicidad reafirma su apuesta por soluciones de medición avanzada, plataformas inteligentes y relevancia contextual. México, con una inversión digital que supera los 4 mil millones de dólares al año, se perfila como un mercado estratégico para impulsar esta visión de crecimiento eficiente, haciendo confluir retail, agencias y marcas en un ecosistema más inteligente.
Este liderazgo y enfoque no solo consolidan la apuesta por campañas inteligentes y medibles, sino también por un posicionamiento que promueve al marketing digital como palanca de eficiencia y competitividad.