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Ciberseguridad ofensiva continua: el salto evolutivo liderado por inteligencia artificial

Strike

 

En el entorno digital que cambia a velocidad vertiginosa, las soluciones de ciberseguridad deben ir más allá de la defensa reactiva. Hoy, las organizaciones enfrentan amenazas que requieren inteligencia artificial (IA) para simular ataques, detectar vulnerabilidades y actuar con autonomía. Bajo este nuevo enfoque, la ciberseguridad ofensiva da un salto tecnológico hacia un modelo continuo, proactivo y altamente escalable.

Entre los avances clave destacan la simulación automatizada de ataques y el retesting inteligente. La tecnología monitorea sistemas en tiempo real, ejecuta pruebas ofensivas ante cualquier cambio y revalida vulnerabilidades anteriores de forma autónoma. Este mecanismo reduce significativamente los tiempos de respuesta y mejora la visibilidad del riesgo real.

Estos procesos están respaldados por meta-agentes entrenados con miles de horas de pruebas manuales, que replican el criterio de un experto humano con velocidades hasta 60 veces mayores. El sistema aprende continuamente y ajusta sus acciones con base en nuevas detecciones, lo que permite ofrecer seguridad ofensiva como un servicio siempre activo.

Santiago Rosenblatt, CEO y cofundador de Strike, una de las compañías líderes en esta transformación, explicó en entrevista exclusiva a NEO que la clave está en la combinación entre conocimiento humano y automatización avanzada: “Estamos llevando la seguridad ofensiva a un nuevo estándar. Nuestro modelo IA-first permite escalar con precisión y mantener la calidad de un pentester humano como núcleo del proceso”.

La arquitectura colaborativa entre expertos en IA, data science y ciberseguridad permite que los sistemas analicen datos en tiempo real y actúen sin intervención constante. “Cada nuevo incidente alimenta el sistema. Estamos frente a una plataforma viva, que evoluciona con cada ataque detectado”, subrayó Rosenblatt.

Este tipo de soluciones representa una transformación estratégica para las organizaciones. Ya no se trata de auditorías puntuales, sino de monitoreo ofensivo continuo, con diagnósticos precisos y automatizados que pueden integrarse a los flujos de seguridad existentes. Entre los beneficios se destacan la reducción de los ciclos de remediación, mayor cobertura sin aumentar el equipo humano, y un control activo de los riesgos.

En un contexto donde los entornos digitales son cada vez más complejos y las amenazas más sofisticadas, adoptar una plataforma de ciberseguridad ofensiva con IA se vuelve una decisión clave para la resiliencia operativa. El futuro de la seguridad ya no se defiende: se anticipa, se simula y se automatiza.

Version Digital NEO