Resultados concretos y medibles ante el cambio climático
Resultados concretos y medibles ante el cambio climático
Griselda Ramos, Gerente de Sustentabilidad de Natura
El cambio climático es una realidad que, además de estar impactando a los ecosistemas, extiende sus efectos a la economía, comunidades y empresas. Ante este panorama, las organizaciones ya no pueden limitarse a declaraciones, necesitan pasar de las promesas a los resultados; hacerlo requiere promover buenas prácticas, liderar con el ejemplo y demostrar que la sostenibilidad no es sólo un imperativo ético, sino una ventaja competitiva.
Incorporar criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) en las decisiones empresariales, no solo responde a las necesidades de los consumidores y expectativas de los inversionistas, sino que abre la puerta a la innovación, la anticipación de escenarios y el liderazgo transformador en los sectores productivos.
De hecho, las organizaciones están apostando por reducir emisiones y garantizar cadenas de suministro responsables, e invertir en energías limpias y proteger la biodiversidad. Un estudio de Grant Thornton México señala que 49% de las empresas contempla aumentar su inversión en estrategias ESG.
Las organizaciones que incorporan estos principios en su estrategia no solo cumplen con las expectativas de consumidores e inversionistas; también mejoran su resiliencia y capacidad de adaptación frente a escenarios inciertos.
En este contexto, en Natura hemos fortalecido nuestra estrategia bajo el Compromiso con la Vida, con la meta de descarbonizar operaciones para el 2030, proteger la biodiversidad y avanzar hacia modelos circulares. En 2024 dimos un paso decisivo al integrar nuestras operaciones en toda América Latina, expandir la colaboración con más de 46 comunidades de la sociobiodiversidad[1].
Ese esfuerzo obtuvo un reconocimiento y por primera vez recibimos la calificación A en Clima y en Evaluación del Compromiso del Proveedor, otorgado por el CDP, la principal plataforma internacional que mide la transparencia y las acciones frente al cambio climático. Entre más de 21,000 empresas evaluadas, solo el 2% alcanzó esta distinción; en Brasil, únicamente ocho empresas lograron la calificación, siendo Natura la única del sector cosmético.
Un ejemplo concreto de cómo trabajamos la descarbonización en nuestra cadena de valor es la Alianza Regenerativa, una coalición con proveedores de diversos sectores para fomentar buenas prácticas de sostenibilidad. En su primer año, más de 130 empresas se sumaron como signatarias, reflejando el interés de toda la cadena en actuar de forma conjunta para impulsar la circularidad, la trazabilidad de las materias primas, el respeto a los derechos humanos, la diversidad y la descarbonización en la logística y la producción.
También hemos implementado una estación de biometano junto a nuestra fábrica de Cajamar, en Brasil, que permitirá abastecer con combustible renovable y sustentable a los vehículos de nuestros socios. Además, hemos adaptado las calderas de la planta para que funcionen con biometano, reduciendo la dependencia de fuentes fósiles y reforzando nuestro compromiso con la transición energética.
En tanto, en México, transformamos el suministro de energía 100% renovable, siendo Celaya la primera planta de Natura en Latinoamérica con energías limpias, disminuyendo 60% las emisiones de carbono neutro en 2025.
Este reconocimiento reafirma que las estrategias sólidas y coherentes generan resultados, pero también nos recuerda que no podemos bajar la guardia. La construcción de un futuro resiliente y justo exige que las empresas pasen del compromiso a la acción, con innovación, cooperación y un enfoque regenerativo.
El tiempo de actuar es ahora.
[1] Relatorio Integrado Natura &Co 2024, pg 15.




